Donald Trump, presidente de EE.UU., informó que su país se retiraría del Acuerdo de París, que tiene como objetivo aligerar el impacto ambiental de los países participantes al punto de mantener el incremento de la temperatura promedio global por debajo de los 2 ºC para el 2100.
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Todas las acciones que realizamos tienen un impacto en el ambiente y una manera de medirlo es la huella de carbono, que corresponde a la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) que emitimos como individuos, empresas, objetos o eventos. Nuestra alimentación forma una gran parte de la huella que dejamos, ya que su producción supone una gran liberación de estos gases. Pero no todos los alimentos son iguales, los alimentos de origen vegetal generan menos del 25% del impacto que genera la producción de alimentos de origen animal, es decir, comer carne afecta 4 veces más a nuestro planeta.
El impacto de la alimentación en la deforestación también es importante, y de nuevo la producción de alimentos de origen animal es la que tiene mayor repercusión, particularmente en Sudamérica, dónde los lugares con mayor biodiversidad en el mundo están siendo deforestados debido a actividades ganaderas.
La buena noticia es que todo esto tiene solución. Una revisión sistemática de diferentes estudios concluyó que una alimentación basada 100% en alimentos de origen vegetal puede llegar a reducir la emisión de gases de efecto invernadero entre un 25 y un 55%; y no sólo eso, también se usaría entre un 50 y un 60% menos tierra, reduciendo así la deforestación.
Así que ya lo sabes, si no quieres ser como Trump y darle la espalda al planeta, suelta esa hamburguesa de res y ve por una deliciosa hamburguesa de frijol negro o soya. Tu planeta y los animales te lo agradecerán, tal y como el recién electo presidente francés, Emmanuel Macron, comentó en su discurso alusivo al tema: nos corresponde a todos implementar medidas que hagan a nuestro planeta grandioso de nuevo (make our planet great again).
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