Se acercan las fechas patrias, los festejos, las reuniones familiares, las tostadas, el pozole y mucha diversión es la que trae tan importante conmemoración. No obstante, no nos hemos puesto a pensar, que nuestras fiestas, son las pesadillas de otros.

La más populares de las celebraciones oculta una oscura realidad de la que pocos están preocupados, una realidad que explota en los cielos y los tiñe de las tonalidades tricolor que tanto nos enorgullecen, una realidad que se cierne sobre nuestras cabezas y se desvanece acompañada de un estruendoso rugido, una realidad asesina.

La pirotecnia para los mexicanos es sinónimo de fiesta, para los animales, es sinónimo de sufrimiento, de agonía y de muerte.

Los perros tienen un poderoso oído

De acuerdo a Felipe Bedoya López, médico veterinario y gerente técnico de la farmacéutica Boehringer Ingelheim Animal Health, el impacto que tiene la detonación de cohetes y petardos es sumamente perjudicial para la salud de los animales pues su oído es capaz de escuchar a una distancia cuatro veces mayor a la de los humanos, llevándolos a un estado terriblemente parecido al del estrés postraumático. Los efectos más comunes en canes, es el impulso de destrucción de muebles, ganas incontrolables de orinar y defecar compulsivamente, auto laceración y en los peores casos, fallas cardíacas.

De igual manera, se esconden y huyen, despavoridos, ocultándose por debajo de muebles, arrojándose a través de las escaleras, saltando mediante las ventanas o escapando hacia la calle, con el riesgo que implica ser atropellados o perderse para siempre. Lamentablemente, son numerosos los casos de animales de compañía extraviados por este motivo en estos días septembrinos.

Algunos casos que han conmocionado a las redes

Los temblores, la extrema salivación, la paralización y el comportamiento destructivo son apenas las señales negativas más leves de este problema pero la ansiedad puede desencadenar en peores síntomas como los que ya hemos enumerado. Tristemente, tenemos casos muy palpables que hacen funesto testimonio de lo anterior.

Uno de estos es el de Magui, una perrita de la ciudad de Esquel, en Argentina, que falleció en los brazos de su dueño tras una larga y agónica crisis nerviosa provocada por el ruido de los estallidos de los cohetes. Mientras otros se divertían, Magui moría, su familia, impotente, observaba como su mascota sucumbía ente el dolor.

Otro caso que aconteció al otro lado del océano, en la localidad inglesa de Wombwell, generó indignación y el repudio por parte de los internautas en redes sociales. Molly, un perrito de 18 semanas, cayó fulminado por el miedo, según cuenta su dueña, tras el sonido de la enorme cantidad de explosiones de cohetes  cerca de su hogar.

No obstante, otro cruento caso de los tantos que reflejan las negativas consecuencias de la pirotecnia en animales, es el de Miguelito, ocurrido en San Luis Potosí, en México durante celebraciones de Año Nuevo. Hallado muerto en un charco de sangre, Miguelito encontró la muerte en un a pirotecnia que impactó en su boca, deshaciéndosela y desangrándose hasta morir.

A todo esto tenemos que sumarle lo que sucede en gatos, aves y un sinfín de especies más afectadas por el uso de estos artefactos.

Debemos evitar por completo el uso de cohetes, petardos o cualquier tipo de pirotecnia durante estas celebraciones patrias. Juntos evitemos más muertes, más perdidas y más desgracias.

Que tu diversión no mate.


#PirotecniaCero #AnimalHeroes #DefendemosAnimales