Jane Goodall, célebre primatóloga inglesa y eminencia en la protección de los ecosistemas y la biodiversidad; en 1960 coloca su tienda de campaña en las indómitas selvas de Tanzania con el objetivo de investigar a los chimpancés del área, una misión que se extendió más de sesenta años y perdura hasta nuestros días.

Conocida mundialmente por su extenso trabajo, sus obras publicadas, los resultados de sus investigaciones y los documentales de National Geographic, entre otros, Goodall fue pionera en el complejo universo de los chimpancés, exhibiendo aspectos sumamente fundamentales de los primates, tales como su jerarquía social, conducta y la importancia sobre los animales en libertad.

Gracias a sus expediciones, se descubrió que los chimpancés, al igual que los humanos, pueden crear y usar herramientas. Asimismo, otorgó nombres a sus animales de estudio y describió sus personalidades, visibilizando una relación mucho más cercana entre los primates y los humanos. Una relación que muchos en su momento se negaron a reconocer debido a las implicaciones que significaba redefinir la auténtica integridad de los chimpancés y otros simios y, hasta nuestra propia integridad.
Gracias a sus expediciones, se descubrió que los chimpancés, al igual que los humanos, pueden crear y usar herramientas. Asimismo, otorgó nombres a sus animales de estudio y describió sus personalidades, visibilizando una relación mucho más cercana entre los primates y los humanos. Una relación que muchos en su momento se negaron a reconocer debido a las implicaciones que significaba redefinir la auténtica integridad de los chimpancés y otros simios y, hasta nuestra propia integridad.

Considerada como una de las mujeres científicas de mayor impacto en el siglo XX, Jane Goodall, a través de sus conocimientos y el legado que ha forjado en más de sesenta años de trayectoria, ha generado conciencia y empatía hacia la vida silvestre, su conservación y la de los ecosistemas.

Como ella misma lo ha declarado en entrevistas, los espacios minúsculos, los pisos de cemento y las frías barras de metal que se encontrarían en un zoológico, por ejemplo, provoca tristeza en los animales y afirma que el hecho de que las personas notifiquen esto último y vean a los animales como individuos sintientes, es un paso muy importante para la investigación con fines educativos de los propios animales, en lugar de los utilizados con fines de entretenimiento.
La misma Goodall, basada en su pensamiento anterior, logró mejorar las deplorables condiciones para los primates del Zoológico de Londres a partir de 1961. En el año de 1977, funda el Instituto Jane Goodall , una organización global sin fines de lucro que promueve proyectos de conservación y que se originó para delatar el pésimo panorama para los chimpancés en aquellos momentos y que lamentablemente, en la actualidad, persiste. Un panorama negativo conformado por el tráfico de especies, el uso de animales para el entretenimiento, la destrucción de hábitats, el comercio de carne de animales silvestres y los animales en laboratorio para investigaciones médicas.

Actualmente, la primatóloga, lucha activamente por la libertad de los chimpancés cautivos, principalmente, por aquellos empleados en los laboratorios. Para ella, es totalmente incorrecto aprisionar a los primates en jaulas.

Tanto para ella como su fundación, el Instituto Jane Goodall, la investigación de los primates no debería ser invasiva. Del mismo modo, sus objetivos se centran en la educación y sensibilización ciudadana, en la conservación de las especies y el medio ambiente por medio del desarrollo sostenible de comunidades locales africanas y luchando contra prácticas destructivas como lo son la caza, el tráfico de especies, la deforestación, contaminación y mala gestión de recursos.
Consideramos que la mejor manera de honrar el trabajo y legado de Jane Goodall, es respetando la fauna, eliminando el cautiverio y reemplazarlo por alternativas no invasivas que no priven de la libertad, fomentado una cultura más consciente acerca del cuidado del medioambiente y valorando la importancia que radica en animales como los chimpancés y demás simios, que hemos descubierto, gracias a Goodall, no son tan distintos a nosotros.