En el patio delantero de tu vecino, en las intersecciones de las grandes avenidas, en los centros comerciales y en cada cierta parada de la carretera, nos topamos cara a cara con la explotación, sumiéndonos inevitablemente en la frustración e impotencia al comprobar que dicha explotación es sorprendentemente permitida.
De acuerdo a la sección de Trámites en la página oficial del Gobierno Federal de México, únicamente es necesario disponer de un Formato Autorización de ejemplares exóticos como mascota o animal de compañía y de una acreditación con documentos expedidos a través de distintos organismos, para hacerte con lo que de acuerdo se lee y trata ahí, de un ejemplar. La objetificación de la fauna silvestre la relega a un bien mercantilizado, excluyendo toda importancia y valor intrínseco al animal, poniéndolo en un inminente peligro, desde el miedo, la ansiedad, el estrés, pasando por daños y repercusiones físicas, enfermedades, hasta una resonancia negativa mayor, como lo sería su muerte o deterioro como afectación a su especie en su totalidad. Sin lugar a duda alguna, un problema ético, que nos atañe como sociedad y debemos frenar.
No son únicamente aquellas especies grandes que nos remontan a la selva africana y podría tener algún excéntrico en su casa; el problema va desde aquellos perros, gatos, iguanas, serpientes, aves y demás especímenes enclaustrados en los minúsculos cubículos de exhibición de las tiendas de animales. Aunque la línea entre “animales de compañía” y “animales exóticos” sea para algunos el parámetro que se debe tomar en cuenta para definir qué tipo de compraventa de fauna se debería permitir y cuál no, la realidad es que como se resaltó anteriormente, asignarle un valor numérico y capital a un animal es eliminar su condición de ser vivo y sintiente, es evaluarlo vilmente como cualquier producto inerte y material.
Por lo tanto, así se le tratará, sin sentido del respeto ni aprecio a su individualidad.
Ya se ha abordado cuantiosamente la relación entre la industria (compuesta por criaderos, personas dedicadas a la cruza de razas, entre otros) y el maltrato animal, al perderse la dignificación de la vida y jerarquizar vidas animales al ponerles precio. Empezar a reconocer las vidas no humanas como individuos y generar vínculos de empatía, empezando por la adopción, la esterilización y su cuidado, como muestras de respeto, es esencial para frenar a un mercado que únicamente lucra y los utiliza cuales máquinas, obtieniendo ganacias a cambio del valor de una vida.
Desde ANIMAL HEROES te invitamos a informarte más y reflexionar sobre este tema, así como a tomar acción en beneficio de los animales siempre que tengas la oportunidad. De inicio puedes explorar nuestro sitio web, para que conozcas, compartas y firmes nuestras campañas relacionadas al tema, como: Maskota, no vendas más animales, Mercado Sonora: Infierno Animal, Los Silvestres no son Mascotas.
Recuerda, el cambio empieza por ti.
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