El terrible negocio del cautiverio de aves

“Si pudiésemos ver todas y cada una de las aves del mundo, veríamos el mundo entero” -Joel Sartore. 

Morfológicamente, la variedad de aves es asombrosa, mientras en algunas especies las diferencias entre hembras y machos son muy marcadas, en otras es necesario un análisis más detallado para determinar su sexo, y aunque parecieran ampliamente diferentes a los humanos, Joel Sartore – fotógrafo, profesor y colaborador de National Geographic- afirma que conductualmente hablando, las aves se parecen mucho a nosotros pues construyen viviendas, crían a sus hijos hasta el momento de ‘abandonar el nido’ y cuando llega el invierno la mayoría se va de “vacaciones a lugares cálidos”, sin embargo hacen algo que el hombre siempre ha admirado y añorado: ¡las aves vuelan!

Las aves cumplen un rol fundamental en los ecosistemas, solo por mencionar algunos ejemplos podemos nombrar a los buitres, quienes se encargan de limpiar los desechos, evitando que tanto las poblaciones de insectos, como las enfermedades incrementen, la abubilla que limpia la materia en putrefacción de los árboles y el cálamo, el cual promueve la diversidad y reforestación de bosques al transportar y distribuir semillas.

Sin embargo, pese a su importancia en los ecosistemas, cada año la población de aves disminuye por motivos derivados por la actividad humana, como lo es la escasez de lugares de nidificación, la caza y la demanda de aves como animales de compañía.

Los periquitos son de las aves que más son obligadas a vivir en cautiverio. Fotografía: La Unión.

Resulta paradójico que algunos “amantes de las aves” las hagan prisioneras, arrebatándoles su libertad. Las especies ‘preferidas’ para tener en cautiverio, y por lo tanto las más comercializadas, son: los periquitos, agapornis, ninfas, jilgueros, cacatúas, quetzal, loros y las guacamayas verdes.

Algunas de las aves en cautiverio son arrebatadas de su hábitat y comercializadas ilegalmente, mientras que otras son criadas en «fábricas» donde viven encerradas en pésimas condiciones, obligadas a reproducirse hasta morir. El comportamiento de las aves en cautiverio suele ser destructivo pues algunas mascan o picotean cables eléctricos, los barrotes de sus jaulas o madera tóxica, e inclusive tienden a cometer auto agresiones arrancando sus plumas o automatizándose hasta morir. Finalmente, para poder ser vendidas, las aves son transportadas de manera cruel lo que lleva a muchas a perder la vida, se estima que por cada ave que sobrevive 10 mueren.

Las aves en estrés suelen arrancarse sus plumas. Fotografía: YouTube

¿Qué puedes hacer? En ANIMAL HEROES te recordamos que lo principal es no participar en la compra o venta de ningún tipo de ave, asimismo evitar comprar productos en establecimientos que vendan aves, ya que hacerlo es contribuir indirectamente con su comercio. Otra forma de ayudar a las aves es proporcionarles nidos artificiales afuera de tu casa, respetar sus lugares de nidificación, apoyar iniciativas de ley que prohíban el cautiverio y educar a quienes te rodean sobre las terribles consecuencias que padecen cuando son privadas de su libertad.

Conoce y firma nuestra campaña Sin Cautiverio y defendamos a los animales para evitar que sigan convirtiéndolos en prisioneros.

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