Es un hecho que los animales merecen libertad y vivir en su hábitat natural; pero ¿qué sucede con todas aquellas especies que están amenazadas, su hábitat está siendo destruido o bien, son rescatados de diversos centros y no pueden aprender habilidades de supervivencia?
La mayoría de los animales en cautiverio -que previamente han estado en circos, centros de experimentación, mataderos, parques, colecciones particulares o para el lucro de los zoológicos-, han pasado una vida en la que poco ha importado las condiciones en que se desarrollan, que va desde diminutos espacios en los que apenas pueden pararse libremente, acostarse, girarse o moverse; jaulas con pisos de concreto, sin césped, follaje o vegetación natural, hasta la separación de otros miembros de su especie necesarios para su socialización; donde lo único importante es la satisfacción del consumidor o recreación del visitante.
Los animales rescatados de los circos y zoológicos, tienen la oportunidad de vivir en relativa libertad gracias a los santuarios. Fotografía: CNN
Ante ello, los santuarios han demostrado ser los lugares más aptos y éticos para mantener y rehabilitar a animales que han vivido en cautiverio y que no pueden ser reincorporados a su hábitat natural. Sin embargo, ¿qué los hace diferentes de un zoológico y, en especial, cómo nos percatamos si estamos ante un “falso santuario”?
Los santuarios se caracterizan porque:
Ofrecen un ambiente de libertad donde las especies rescatadas tienen una vida parecida a la que tendrían en su hábitat.
Cuentan con enormes terrenos donde los animales pueden desplazarse tranquilamente, rodeados de bosques, ríos o montañas.
Suelen tener animales adultos. La reproducción de especies es poco común.
Los animales no se pueden tocar. Los falsos santuarios normalmente permiten la interacción con las especies.
Brindan hogar permanente a los animales rescatados y recuperados, hasta su muerte natural.
Su promoción no suele ser muy extensa. Lo que se busca es que los animales descansen y vivan en paz, no que sean visitados por los usuarios.
Su mantenimiento se lleva a cabo gracias a donaciones y ayudas de particulares.
En los santuarios los animales viven sin ser exhibidos. Fotografía: Compasionanimal
Existen santuarios especializados en animales de compañía, de granja, equinos o animales silvestres; incluso, hay algunos que rescatan animales con discapacidades físicas por nacimiento, a causa de enfermedades o maltrato.
Y ¿es posible que un centro de rescate o de rehabilitación se acredite como un santuario de animales? ¡En efecto! Por ejemplo, la organización Global Federation of Animal Sanctuaries (GFAS) brinda apoyos en la acreditación, sin importar la ubicación, el número de animales silvestres, equinos o de granja bajo su cuidado. Las pautas pueden ser vistas desde su página web https://www.sanctuaryfederation.org/
Fotografía: Livekindly
En ANIMAL HEROES entendemos el valor e importancia de las organizaciones que cuidan de los animales que no pueden ser reinsertados en la naturaleza, que no los ven como recursos para captar dinero y que privilegian siempre el bienestar de la fauna albergada sobre los intereses humanos. Es por esto que decimos “NO a los zoológicos, SÍ a los santuarios”.