El agua que usamos no solamente es aquella que consumimos directamente al bañarnos, lavarnos los dientes o beber. La mayor parte del agua que utilizamos se encuentra en productos que utilizamos todos los días como papel, vehículos, comidas y bebidas. ¿Sabías que puedes ahorrar muchísima más agua a través de tu alimentación? Si quieres saber de qué estamos hablando, sigue leyendo.
Nos dicen que hay que cerrar la llave del lavabo cuando nos lavamos los dientes, que nos bañemos en cinco minutos o que utilicemos solo una cubeta para lavar el coche; y que de esta forma podemos ahorrar agua. No obstante, el agua utilizada en las actividades domésticas es apenas el 4% del total de agua que utilizamos cada día. El otro 96% corresponde al uso indirecto del agua, a la que se conoce como agua virtual.
El agua virtual
El agua virtual se refiere a aquella cantidad total de agua que se usa para producir un bien o servicio. Es decir, es el agua que no se ve a simple vista en el producto final pero que fue utilizada en maquinaria, riego, transportación y otros.
En México, un kilogramo de trigo requiere un promedio de 1,000 litros de agua, mientras que un kilogramo de carne de res requiere 13,500 litros (CONAGUA, 2014); estos valores pueden variar según el país. Lo que es claro es que los productos cárnicos utilizan mucha más agua en su producción que los granos. ¿Por qué? Esto se debe a la huella hídrica, que se refiere a un indicador del agua utilizada para producir alimentos o bienes, incluyendo los procesos industriales y generadores de energía.
Para comprender la huella hídrica, analicemos a la industria cárnica. La huella hídrica de una vaca (para producción de carne) es de 3’100,000 litros.
En un sistema de producción industrial de carne, toma en promedio tres años antes de que el animal sea sacrificado para producir unos 200 kg de carne deshuesada. El animal consume cerca de 1,300 kg de granos (trigo, avena, cebada, maíz, chicharos secos, harina de soya y otros granos pequeños), 7,200 kg de forrajes (pastos, heno seco, ensilaje y otros), 24 m³ de agua para beber y 7 m³ de agua para mantenimiento. Esto significa que para producir un kilogramo de carne de vacuno deshuesada, utilizamos alrededor de 6.5 kg de grano, 36 kg de forrajes y 155 litros de agua (sólo para consumo y mantenimiento). La sola producción de los granos necesarios como alimento requiere de 15,300 litros de agua en promedio. (CONAGUA, 2014).
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El agua que usamos no solamente es aquella que consumimos directamente al bañarnos, lavarnos los dientes o beber. La mayor parte del agua que utilizamos se encuentra en productos que utilizamos todos los días como papel, vehículos, comidas y bebidas. ¿Sabías que puedes ahorrar muchísima más agua a través de tu alimentación? Si quieres saber de qué estamos hablando, sigue leyendo.
Nos dicen que hay que cerrar la llave del lavabo cuando nos lavamos los dientes, que nos bañemos en cinco minutos o que utilicemos solo una cubeta para lavar el coche; y que de esta forma podemos ahorrar agua. No obstante, el agua utilizada en las actividades domésticas es apenas el 4% del total de agua que utilizamos cada día. El otro 96% corresponde al uso indirecto del agua, a la que se conoce como agua virtual.
El agua virtual
El agua virtual se refiere a aquella cantidad total de agua que se usa para producir un bien o servicio. Es decir, es el agua que no se ve a simple vista en el producto final pero que fue utilizada en maquinaria, riego, transportación y otros.
En México, un kilogramo de trigo requiere un promedio de 1,000 litros de agua, mientras que un kilogramo de carne de res requiere 13,500 litros (CONAGUA, 2014); estos valores pueden variar según el país. Lo que es claro es que los productos cárnicos utilizan mucha más agua en su producción que los granos. ¿Por qué? Esto se debe a la huella hídrica, que se refiere a un indicador del agua utilizada para producir alimentos o bienes, incluyendo los procesos industriales y generadores de energía.
Para comprender la huella hídrica, analicemos a la industria cárnica. La huella hídrica de una vaca (para producción de carne) es de 3’100,000 litros.
En un sistema de producción industrial de carne, toma en promedio tres años antes de que el animal sea sacrificado para producir unos 200 kg de carne deshuesada. El animal consume cerca de 1,300 kg de granos (trigo, avena, cebada, maíz, chicharos secos, harina de soya y otros granos pequeños), 7,200 kg de forrajes (pastos, heno seco, ensilaje y otros), 24 m³ de agua para beber y 7 m³ de agua para mantenimiento. Esto significa que para producir un kilogramo de carne de vacuno deshuesada, utilizamos alrededor de 6.5 kg de grano, 36 kg de forrajes y 155 litros de agua (sólo para consumo y mantenimiento). La sola producción de los granos necesarios como alimento requiere de 15,300 litros de agua en promedio. (CONAGUA, 2014).
¿Cuánta agua se usa en lo que consumes?
Alimento
Litros de agua
1 papa (100 g)
25 litros
1 manzana (100 g)
70 litros
1 jitomate (70 g)
13 litros
1 naranja (100 g)
50 litros
1 rebanada de pan (30 g)
40 litros
1 rebanada de pan (30 g) con queso (10 g)
90 litros
1 huevo (40 g)
135 litros
1 bolsa de papas fritas (200 g)
185 litros
1 hamburguesa (150 g)
2 mil 400 litros
1 vaso de cerveza (250 ml)
75 litros
1 vaso de leche (200 ml)
200 litros
1 taza de té (250 ml)
35 litros
1 copa de vino (125 ml)
120 litros
1 vaso de jugo de manzana (200 ml)
190 litros
1 vaso de jugo de naranja (200 ml)
170 litros
1 par de zapatos (piel de bovino)
8 mil litros
1 hoja de papel A4 (80 g/m2)
10 litros
1 microchip (2 g)
32 litros
Como puedes observar, es imposible no gastar agua, pero hay que hacerlo de forma responsable y eligiendo reducir la huella hídrica lo más posible. Es por ello que la forma más sencilla de hacerlo es adoptando una dieta basada en plantas. Una dieta basada en productos cárnicos utiliza el doble de agua que una dieta basada en plantas (UNESCO).
Hoy en día existen numerosas opciones nutritivas y deliciosas que no incluyen ingredientes de origen animal y que ayudarán a poner tu granito de arena para cuidar el agua.