Pese a que cada vez son más personas las que se unen en México y en el mundo entero buscando una vida lejos de la tortura y explotación para los animales, resulta contradictorio que la máxima casa de estudios de nuestro país, la Universidad Nacional Autónoma de México, contraria al espíritu progresista e incluyente que la ha caracterizado, haya presentado una propuesta para que se autorice experimentar con animales que se encuentran en antirrábicos, víctimas de una cultura de abandono y maltrato.