Hace poco más de dos años Internet se llenó de titulares que exponían el gran problema social y ecológico que representa la producción del aceite de palma, pero parece que ahora ya todos lo han olvidado.

Indonesia y Malasia son los principales productores a nivel mundial con un estimación del 85% del total, aunque Nueva Guinea, Colombia, Tailandia, Camboya, Brasil, México y algunas naciones del África occidental también lo producen.

La deforestación masiva y generalizada de selvas -a un ritmo de 300 canchas de fútbol cada hora- en las áreas de Sumatra y la isla de Borneo para la producción del aceite de palma es la principal causa de que el hombre del bosque como se le conoce al orangután en lengua malaya, se encuentre en peligro de extinción.

Y aunque los orangutanes no sean la única especie amenazada por ésta industria, sí son la especie que encuentra en ella la raíz de todos los peligros que actualmente los amenazan, y según la Organización de las Naciones Unidas dentro de 5 a 10 años los orangutanes se extinguirán si no hacemos algo al respecto.

50 mil orangutanes han sido asesinados en menos de dos décadas a causa de la deforestación de su hábitat natural, la industria de la palma los entierra vivos, los destierra y cuando ellos regresan a su hábitat, en busca de alimento, encuentran plantaciones de palma y ahí son asesinados a machetazos.
Además las crías les son arrebatadas y comerciadas ilegalmente en Tailandia y Bali principalmente, el destino de estas criaturas es el de la esclavitud en aras del entretenimiento o de la ciencia y la medicina tradicional que les atribuye “propiedades curativas”.

El éxito de la industria del aceite de palma, que se encuentra presente en por lo menos el 50% de todos los productos alimenticios empaquetados que encontramos en el supermercado, se basa en la versatilidad del aceite y en lo barato que es su producción pues según diversos estudios el trabajo infantil y el despojo de tierras a comunidades indígenas, que después trabajan en las plantaciones son factores clave que abaratan su costo.

Además de su uso en la industria alimenticia el aceite de palma también es empleado por las industrias cosmética, farmacéutica, energética y de biocombustibles. Pareciera que este aceite es ineludible porque lo encontramos en lo que comemos y en todo lo que usamos (champús, detergentes, labiales, pastas dentales, etcétera), pero ¿Qué podemos hacer al respecto?

Desde ANIMAL HEROES te invitamos a ser más consciente de lo que consumes, como leíste líneas arriba el consumo de productos con aceite de palma no repercute solamente en la vida de los orangutanes, sino también en la de otros seres humanos. Reducir tu consumo de productos empaquetados, así como buscar opciones de productos de cuidado personal y de limpieza más naturales y que no contengan el aceite beneficiará no solo tu salud, sino también la salud del planeta.