Almas solitarias deambulan por las calles de nuestra ciudad. Viven sed, hambre, frío y no conocen el amor
México ocupa el primer lugar en Latinoamérica en animales en situación de calle, habiendo entre 23 y 28 millones de perros y gatos sin hogar en los últimos dos años, de acuerdo a diversas asociaciones e instituciones relacionadas a bienestar animal. Según cifras brindadas por el INEGI, únicamente un 30% de los animales de compañía en nuestro país cuentan con un hogar, dejando un aplastante 70% relegado a las calles, a la vulnerabilidad ante enfermedades, lesiones, accidentes y maltrato, siendo este último, en su terrible mayoría, el factor que termina acabando con ellos. De igual manera, México también ostenta el tercer puesto en esta cuestión, el maltrato animal.
La indiferencia mata y empieza desde negarle un taco al perro que se te acerca, cabizbajo, por la acera, hasta atropellar descuidadamente al gato que cruzaba la vía, pasándolo tal bache sin importancia. Las jaurías arremolinándose alrededor de los sucios charcos de agua enlodada, lamiendo de su escueto contenido o buscando con desesperación las migajas del suelo a las afueras de las taquerías y mercados son un retrato tristemente cotidiano en la realidad mexicana, abriéndose paso a una normalización que no debería tener cabida. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante una problemática de semejante magnitud, en la que millones de vidas peligran día a día. Entre las principales raíces de este problema, nos encontramos con la falta de educación y conciencia al respecto de la esterilización. El incremento de la población en situación de calle aumenta un veinte por ciento anualmente y se debe esterilizar a nuestros animales de compañía en cuanto estén preparados para la cirugía, sin importar que sean hembras o machos, pues el total control de reproducción evitará situaciones que deriven en el abandono, descuido o pérdida de los animales.
Se debe fomentar y practicar la adopción responsable, que sea una integración de un miembro más de la familia, no la adquisición de un objeto o bien material, pues son individuos que no pueden velar por sí mismos y necesitan de nuestro absoluto cuidado, amor y cariño, asimismo, siendo una responsabilidad que debemos asumir para siempre. Adopta responsable y conscientemente, no compres ni regales animales de compañía. Al comprar, se financia la explotación reproductiva de las hembras y se lucra con sus crías, generando camadas que invariablemente terminarán en la calle, enriqueciendo a personas, criaderos y empresas cuyo interés radica en ganancias monetarias y no en el bienestar del animal. Lamentablemente, entre los mismos animales en adopción, existen poblaciones con menor probabilidad a ser adoptados, tal es el caso de los animales viejos, de color oscuro, los que sufren de alguna lesión, malformación, enfermedad, carecen de algún miembro o facultad y los que no son de raza. Todavía existe una fuerte mentalidad demasiado arraigada a la sociedad hacia estos ejemplos, vistos y tratados con desprecio, por fines de estética y supuesto “estatus social”.
La realidad es, que todos los animales, sin importar su raza, condición o naturaleza, deben ser amados y tratados por igual. Dejémonos de ideas tontas y clasistas que únicamente conservan una alta cifra al alza de animales asesinados diariamente en los antirrábicos y perreras tras no ser adoptados. Todos, sin excepción, merecen una oportunidad en nuestros hogares. Si adoptar responsable y conscientemente a un animal de compañía, esterilizarlo, vacunarlo, desparasitarlo y asumir todos los deberes que conlleva cuidarlo no se encuentra en tus posibilidades, puedes apoyar realizando voluntariado o donando de manera monetaria o en especie en refugios locales, los cuales usualmente tienen complicaciones en su labor de rescate y mantenimiento de animales en situación de calle debido a la ausencia de donativos y apoyo, aún más escasos a raíz de la pandemia actual.
Desde Animal Heroes te invitamos a que la próxima vez que veas a un perro o gato en situación de calle, dale agua, aliméntalo o acarícialo, no sabes cuando fue la última vez que bebió, comió o recibió cariño. De igual manera, te recomendamos investigar nuestras propuestas para mitigar estos alarmantes números nuestras y campañas de adopción en distintas ciudades de la República. Si lo ves, te toca. No puedes ser indiferente.