La masacre del Congo y la justicia que los guardabosques de gorilas necesitan

Lamentablemente, no es la primera vez que aborrecibles actos de esta índole se suscitan en Viruga, pues desde su fundación y establecimiento en 1925, alrededor de más de 200 Rangers (nombre con el que se le conoce a los guardabosques protectores de gorilas) han sido asesinados a manos de hombres armados pertenecientes a distintos grupos cuyo propósito es hacerse de los recursos naturales del este del Congo y oponerse al gobierno del país vecino, Ruanda, tal es el caso de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR, por su acrónimo en francés) una fracción rebelde opositora restante de ruandeses desplegados en el Congo.

Apenas el año pasado, un atentado similar, se llevó a cabo en abril, teniendo como terrible consecuencia un saldo de 12 guardabosques y 5 civiles asesinados, además de un número mayor de heridos en grave estado, tiñendo de sangre al parque nacional más antiguo de África y hogar de más de la mitad de la población mundial de gorilas de montaña, especie declarada en peligro de extinción. Es una zona volcánica cubierta de bosque con una extensión de 7800 km2.

Despiadado es la palabra que viene a la mente al leer los encabezados de las noticias relacionadas a tan funesto evento, una oleada de sangrientos crímenes que han arrebatado la vida a docenas de personas, quienes se dedicaron en loable labor a velar por la seguridad y existencia de los gorilas y la biodiversidad de Virunga.

Todo esto, es retratado en Virunga, documental bajo la tutela de Barry Jenkins y Leonardo DiCaprio, el cual se centra en el arduo trabajo de conservación en el parque anteriormente mencionado y que puedes encontrar en Netflix, en donde además de subrayar lo anterior, cubren aspectos como la caza furtiva, la apropiación de tierras y las mismas problemáticas descritas en este artículo.