Fotografía de portada: National Geographic
Es un hecho que los animales merecen libertad y vivir en su hábitat natural; pero ¿qué sucede con todas aquellas especies que están amenazadas, su hábitat está siendo destruido o bien, son rescatados de diversos centros y no pueden aprender habilidades de supervivencia?
La mayoría de los animales en cautiverio -que previamente han estado en circos, centros de experimentación, mataderos, parques, colecciones particulares o para el lucro de los zoológicos-, han pasado una vida en la que poco ha importado las condiciones en que se desarrollan, que va desde diminutos espacios en los que apenas pueden pararse libremente, acostarse, girarse o moverse; jaulas con pisos de concreto, sin césped, follaje o vegetación natural, hasta la separación de otros miembros de su especie necesarios para su socialización; donde lo único importante es la satisfacción del consumidor o recreación del visitante.